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III Jornadas Desarrollo Sostenible de Aranjuez

El objetivo fundamental de estas jornadas es acercar los diferentes aspectos del desarrollo sostenible a los habitantes de Aranjuez y generar así un espacio de debate. ¿Y qué es el desarrollo sostenible? Según el llamado informe Brundtland, elaborado en 1987 por la Comisión Mundial de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el Desarrollo que encabezaba la ex primera ministra de Noruega Gro Harlem Brundtland, sería aquel capaz de satisfacer las necesidades actuales sin comprometer los recursos y posibilidades de las futuras generaciones.

Este año las jornadas se han centrado, entre otros temas, en los residuos y su reciclaje para tratar de dar respuesta a preguntas como: ¿Dónde van nuestros residuos?, ¿sabemos reciclar?, ¿por qué reciclar?, ¿cómo?, ¿qué son las Normas ISO en la gestión de residuos?, ¿cómo funciona una planta de reciclado de residuos?

Aranjuez Sostenible

Se puso de relieve la necesidad de ir al inicio del ciclo del residuo, y plantearnos hasta qué punto es necesario todo lo que consumimos (Acciona). Porque el problema de la basura no termina cuando nos deshacemos de ella, aunque podemos minimizarlo si la depositamos en el contenedor adecuado. En este sentido, los residuos especiales que se trataron fueron los envases ligeros (Ecoembes) y los eléctricos y electrónicos (Opemed). Pero su buena gestión requiere de la implicación de entidades públicas, empresas y ciudadanos, tal y como sucede en el caso expuesto de Suiza.

¿Es posible llegar a cero residuos?

La estrategia del residuo cero consiste en reducir el volumen y la toxicidad de los materiales que conforman los residuos. No es un fin en si mismo sino un movimiento social que apunta directamente al origen del problema: la generación.

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En las cadenas de suministro industrial, por ejemplo, es termodinámicamente imposible lograr un proceso de producción de cero residuos. Puede haber una parte de la cadena que no deje residuos pero no toda. Con la cuarta revolución industrial habrá muchas mejoras en ese aspecto, pero tendremos que continuar gestionando los restos de materiales de antes y después de la cadena, además de lidiar con nuevas formas de residuos. Así, desde el punto de vista técnico no se puede evitar la generación de desperdicios. Podemos reducirlos sustancialmente, podemos diseñar productos pensando en reutilizarlos y reciclarlos, podemos implementar programas de prevención, podemos minimizar e incluso eliminar la presencia de sustancias peligrosas. Pero a la larga su generación siempre será un síntoma de la imperfección del consumo y la producción industrial.

Dada la imposibilidad de erradicación total, el movimiento residuo cero también tiene que ver con no enviar nada a vertedero, la peor de las opciones en la gestión y jerarquía del residuo. De tal modo que si se recicla, composta o valoriza no se considera residuo, sino recurso. Algunos países, como Suiza, ya han logrado este objetivo.

Congreso ISWA 2016

Entre el 19 y 21 de septiembre tendrá lugar en Serbia el congreso ISWA (International Solid Waste Association), el congreso más importante a nivel mundial sobre gestión de residuos y recursos desde su primera edición en 1986. En él participan personas expertas del sector, desde el ámbito científico y técnico hasta el institucional, además de representantes de empresas del sector y estudiantes universitarios.

Nacida en 1970, ISWA es una asociación internacional, independiente y sin ánimo de lucro, para la promoción de la gestión sostenible, integral y profesional de los residuos. Actualmente 41 países son miembros nacionales: Argentina, Australia, Bosnia y Herzegovina, Brasil, Canadá, Chile, China, Colombia, Corea del Sur, EE.UU., India, Indonesia, Islandia, Israel, Japón, Macedonia, Malasia, Moldavia, Nigeria, Nueva Zelanda, Serbia, Singapur, Suiza, Tailandia y, por supuesto, la Unión Europea casi al completo.

ALGUNOS DATOS

El 70% de los residuos que se producen en el mundo van a parar a los vertederos y el 30% de la población ni siquiera tiene un sistema de recogida. Los mejores países en materia de reciclaje están entre un 65 y un 75%. Aunque para poder reciclar, primero tiene que recogerse el 100% de los residuos. El plástico es uno de los materiales más problemáticos también para el reciclaje porque pesa muy poco, es muy caro de reciclar y solo puede hacerse con unas clases determinadas. Pero todos los días aparecen nuevos productos y la gestión de residuos tiene que adaptarse a ellos, al tiempo que esos nuevos materiales deberían ser cada vez más sostenibles, lo que incluye su reciclabilidad.

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Suiza es el país que mejor gestiona los residuos

Hace muchos años que Suiza viene siendo un ejemplo del reciclaje de residuos. Siendo uno de los países que más residuos por habitante genera, nada acaba en el vertedero. Según datos de 2013 del Eurostat, el 34% de la basura municipal se recicla, el 17% se composta y el 49% se incinera (con aprovechamiento energético)*. Dos son sus medidas estrella para conseguir estos resultados:

  • Ubicar contenedores por todas partes y, sobre todo, en zonas transitadas, como los supermercados.
  • Quien tira basura no reciclable, paga e infringe la ley, mientras que reciclar es gratis y obligatorio. Además, desde 2006 se eliminó el impuesto por reciclaje en vidrio, textil, plástico, bombillas, papel, aluminio, hojalata, entre otros.

De la basura reciclable llegan a las siguientes tasas de éxito: más del 90% del papel, aluminio y vidrio se recicla (antes de llevar el vidrio a reciclar tienen que quitarle los tapones y clasificarlo por color). También se llega a reciclar más del 80% de las botellas de plástico PET y los recipientes metálicos (que deben comprimirse con una prensa metálica). Y hasta el 72% de las baterías y pilas consiguen reciclarse.

Pero no solo gestionan su basura, también la de los demás, que usan para producir energía. Desde finales del siglo pasado, Suiza importa residuos del extranjero para eliminarlos. Sus principales clientes son Alemania y, en menor medida, Italia, Austria y Francia. La explicación es que al tiempo que promovían el reciclaje, los suizos inauguraron modernas plantas de procesamiento de residuos. De esta forma se convirtieron en víctimas de su reciclaje, porque dejaron de tener basura para quemar.

Kg per capita - Tratamiento de residuos municipales por tipo de tratamiento (EU-27)

Kg per capita – Tratamiento de residuos municipales por tipo de tratamiento (EU-27)

Únicamente los residuos surgidos de la combustión de desechos y algunos materiales de construcción o escorias industriales terminan aún en los vertederos.

La gestión de residuos en países como Suecia, Suiza, Austria, Alemania, Países Bajos y Noruega es una industria que da trabajo, ayuda a proteger el medio ambiente, y es, en definitiva, un ejemplo a seguir.

* Los datos estimados para el mismo periodo en España son 20% de residuos reciclados, 10% compostados, 10% incinerados, 60% llevados a vertedero.

Los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos

La cantidad de residuos de eléctricos y electrónicos (RAEE) generados en el mundo alcanzó un récord en 2014 al llegar a las 41,8 millones de toneladas, según un informe realizado por la Universidad de las Naciones Unidas (UNU). En términos de volumen producido por país figuran en cabeza Estados Unidos y China, que copan el 32% mundial de la basura electrónica. Según el estudio, Noruega es el país que produce más RAEE por habitante, con 28,4 kg, seguido de Suiza (26,3 kg) e Islandia (26,1 kg). La región que menos genera es África con 1,7 kg por habitante. Menos de una sexta parte de estos residuos se reciclaron correctamente.

 
Reciclaje RAEE
 

En España, el Consejo de Estado ha denunciado que los fabricantes se apropian indebidamente de 200 millones de euros al año, que corresponden al 79% del canon que perciben para tratar los RAEE. Esta nimia gestión que realizan contribuye a que dos terceras partes de los residuos electrónicos generados aquí acaben en manos de chatarreros ilegales. De hecho España es el antepenúltimo gran país de Europa en reciclaje, solo por delante de Rumanía y Grecia. En 2012 se recogieron 3,3 kilos de residuos electrónicos por habitante y año, seis veces menos que la cuota que recicló Noruega (20 kilos), según datos de Eurostat. El nuevo Real Decreto de RAEE pretende solucionar estos dos problemas exigiendo la total transparencia de las finanzas de los productores y estableciendo ambiciosos objetivos de reciclaje. Una de las herramientas que se introducirán para conseguirlo será una plataforma informática en la que todos los actores implicados deberán incluir el código de cada residuo, que asegure su trazabilidad.

En 2013, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) llevó a cabo una investigación sobre el itinerario de 16 aparatos desechados. Este seguimiento forma parte del documental de Cosima Dannoritzer, La tragedia electrónica, en el que se muestra dónde van a parar realmente esos residuos. Lo sucedido demostraba cómo la basura electrónica se ha convertido en un grave problema que destruye el medio ambiente y pone en riesgo la vida de miles de personas en África y Asia.

Los residuos en Europa

La semana pasada, Eurostat publicó las estadísticas sobre la gestión de residuos municipales en Europa correspondientes al periodo 1995-2013. La evolución ha sido positiva, con el descenso de residuos enviados a vertedero y el aumento de las otras formas posibles de gestión de residuos. El reciclaje era y es la mejor y la que más tiene que aumentar.

Gestión de residuos municipales

Kg per capita – Tratamiento de residuos municipales por tipo de tratamiento (EU-27)

Sin embargo, los datos de España no son buenos ya que se estima que se envía al vertedero el 60% de los residuos urbanos, mientras que solo se recicla entre el 20%-27%. Suiza y Alemania son los únicos que no envían prácticamente nada a vertedero y reciclan entre el 34% y 47% respectivamente. Las incineradoras contaminan, pero son una mejor solución que el vertedero en las categorías de residuo peligroso y no peligroso. Los alemanes proponen abiertamente la incineración de residuos con recuperación energética como la mejor opción para las basuras domésticas. Ellos incluso tienen que importar residuos para sus sobredimensionadas plantas incineradoras porque de hecho recuperan gran parte de los materiales aprovechables.

En la única partida en la que España no sale mal parada es en la generación de residuos por persona, con 449 kilogramos, 32 menos que la media (481), y con un descenso importante en los años de crisis, de 578 a los citados 449. Desgraciadamente esta variable suele considerarse como un indicador de riqueza, cuanto más rico es un país más residuo genera. Así se explicaría que Dinamarca es el que más genera (747 kilogramos), seguida de Luxemburgo y Alemania. Mientras que Rumanía, Polonia y Estonia, todos ellos con poco más de 300 kilogramos, se situaban en la cola de la clasificación.