¿Qué es el reciclaje químico?

El reciclaje químico generalmente se refiere a tecnologías que descomponen el plástico en combustible o plástico nuevo (repolimerización) con alguna combinación de calor, presión, oxígeno empobrecido, catalizadores y/o disolventes. La pirólisis y la gasificación utilizan calor con oxígeno limitado para descomponer los polímeros sin que haya combustión. Ambas tecnologías pueden funcionar con mezclas de polímeros para producir un aceite similar al diésel y un gas con alto contenido en hidrógeno (H₂) y monóxido de carbono (CO). Las tecnologías basadas en disolventes están aún menos maduras en comparación con la pirólisis y la gasificación. La solvolisis elimina las impurezas del plástico sin descomponer los polímeros, y otras tecnologías disolventes dividen los polímeros en monómeros. Estas últimas tienen una menor huella de carbono porque sus procesos no requieren energía.

Reciclaje químico

Actualmente, el reciclaje químico todavía no está implantado a escala comercial. Las plantas deben superar obstáculos tecnológicos en cada fase del proceso, desde el procesamiento de las materias primas hasta la limpieza y mejora del gas y fuel obtenidos. Por otra parte, cuando se trata de realizar una repolimerización (plástico a plástico) el producto resultante no puede competir con polímeros vírgenes. Sin embargo, el reciclaje químico es útil para los plásticos que no pueden ser reciclados mecánicamente (todo lo que sea films y láminas plásticas), porque de esa forma pueden convertirse en un subproducto (gas, fuel) que se reintroduce en la cadena de valor.

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