Alargascencia contra obsolescencia

El término «alargascencia» se refiere tanto al movimiento creado por la asociación Amigos de la Tierra, como a la acción que busca aumentar la vida útil de los productos, reduciendo, de esta manera, el consumo de recursos naturales. En contraposición, un producto obsolescente es aquel que está volviéndose anticuado.

En Francia ya han constatado que ampliar la vida útil de aparatos eléctricos y electrónicos siempre genera un beneficio, tanto económico como medioambiental. Para ello han analizado lo que sucede en televisores, ordenadores portátiles, smartphones, impresoras, lavadoras, neveras, lavavajillas, secadoras, hornos, aspiradores y microondas. Si estos 11 electrodomésticos duraran 10 años, un hogar podría ahorrarse entre 962 y 1.995 €, y se podría evitar la emisión de 219 a 528 kg de CO₂. Los mayores ahorros se atribuirían a los dispositivos multimedia (80% de ahorro económico y 70% de ahorro de CO₂ emitido) porque son los que menos duran actualmente. El resto de electrodomésticos que duraran 10 años bajarían el ahorro a un 18% en euros y un 30% en CO₂.

El beneficio siempre será mayor cuanto más dure el producto, excepto en los casos cuyo reemplazo sea más positivo debido a mejoras significativas en el consumo energético del aparato. Por ejemplo, sustituir antiguas bombillas halógenas por nuevas bombillas LED.

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En la legislación española, a diferencia de la francesa, no se proporcionan herramientas que desarrollen los criterios para prolongar la vida útil de los productos y servicios, ni tampoco para proporcionar información a los consumidores por parte de las empresas productoras.

Fuente: https://librairie.ademe.fr/cadic/126/evaluation-economique-environnemental-allongement-duree-eee-foyer-2020.pdf

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