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La tabla periódica de los elementos

Existen 118 elementos químicos conocidos, 28 de los cuales son sintéticos. Los 90 restantes son naturales y forman parte de todo, a veces sin ningún problema y otras veces con mucha dificultad. Cuando nos encontremos ante alguno de los siguientes elementos debemos repensar si es absolutamente necesario utilizarlo o comprar el producto que lo contiene. Por ejemplo, un teléfono inteligente está compuesto por unos 30 de ellos que pueden ser muy conflictivos.

Elemento Procedente de minerales en conflicto Grave riesgo de disponibilidad Riesgo de disponibilidad en aumento Disponibilidad limitada, riesgo futuro Forman parte de un teléfono móvil
Oro X X X
Wolframio X X X
Estaño X X X
Tantalio X X X
Plata X X
Arsénico X X
Indio X X
Galio X X
Itrio X X
Estroncio X
Hafnio X
Teluro X
Helio X
Zinc X
Germanio X
Disprosio X X
Cobalto X X
Uranio X
Cromo X
Rutenio X
Osmio X
Iridio X
Rodio X
Paladio X
Platino X
Cadmio X
Litio X X
Magnesio X X
Fósforo X X
Plomo X X
Níquel X X
Cobre X X
Antimonio X X
Neodimio X X
Boro X
Escandio X
Selenio X
Vanadio X
Manganeso X
Zirconio X
Niobio X
Molibdeno X
Mercurio X
Talio X
Bismuto X
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RAEE: Una mina de oro

Los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) suponen un recurso más rico que cualquier depósito natural. Una tonelada de estos residuos puede contener 17 veces más oro que una tonelada extraída de una mina de oro. Además, el reciclaje puede ser de dos a diez veces más eficiente energéticamente que fundir lo que se extrae de las minas: el oro reciclado produce un 80% menos de emisiones de CO₂ que el que es extraído. Y encima de todo, su reciclaje evita que se acumulen en vertederos, donde representan el 70% de lo que se deposita.

La demanda de metales reciclados va en aumento porque reduce la huella ambiental de un producto. Asimismo, si son reciclados están libres de problemas de abastecimiento como los que afectan a los minerales en conflicto. Y si se añade la volatilidad de los precios de las materias primas, el reciclaje se convierte en una fuente de suministro más estable.

La industria de los vehículos eléctricos, consciente de la necesidad de reciclar sus valiosas baterías, está invirtiendo en su reciclaje a gran escala. Ahora mismo es la punta de lanza de otras industrias. Hay que tener en cuenta que, por el momento, la recogida, desmontaje y recuperación suponen una carga económica para los recicladores. Lo más habitual es que los materiales contenidos en los RAEE no puedan extraerse fácilmente y de forma barata. Sin embargo, con un precio del carbón en ascenso y un esperado aumento del rendimiento gracias a la ayuda de tecnologías mejoradas, la balanza se inclinará progresivamente a favor del reciclaje.

Fuente: https://www.lombardodier.com/goldmine

Reciclaje de lámparas y luminarias

Las lámparas (que comúnmente llamamos bombillas) y luminarias (coloquialmente lámparas, farolas…) también son aparatos eléctricos y electrónicos, y su adecuada gestión una vez se convierten en residuos comienza, como siempre, con su poseedor (arquitectos, empresas de servicios energéticos, diseñadores de iluminación, ingenieros, instaladores, usuario final particular), que debe tomar la iniciativa de depositarlos en el lugar adecuado (punto limpio, contenedores específicos en tiendas o gestor autorizado). Excepto las antiguas bombillas de filamentos (o incandescentes) y las halógenas, que no se consideran aparatos eléctricos y electrónicos, el resto están formadas por complejas mezclas de materiales o sustancias contaminantes (como mercurio), que hacen de su reciclaje una tarea costosa.

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Destino de los materiales extraídos de lámparas y luminarias (Fuente: Ambilamp)

Una vez llegan a la planta, estos residuos se envían a una línea de clasificación para extraer, en primer lugar, los componentes peligrosos que siguen un tratamiento específico. Realizada la separación, se inicia el proceso de fragmentación, que divide las fracciones destinadas a la valorización energética, de aquellas otras que son tratadas para obtener nuevas materias primas para otros procesos industriales. Los materiales recuperados en esta fase son principalmente, metales férricos y no férricos, plástico y vidrio, que se reintroducen nuevamente en el mercado.

El proceso de reciclaje y reutilización supone siempre el ahorro de las materias primas y el consumo de energía necesario para transformarlas, lo que se traduce en una importante reducción de la emisión de CO2 a la atmósfera.

Los minerales de la discordia

Actualmente hacemos uso de prácticamente los 118 elementos de la tabla periódica, y hasta 60 de ellos pueden encontrarse en los aparatos electrónicos más sofisticados. El auge de las nuevas tecnologías ha multiplicado el consumo de muchos minerales, algunos de los cuales se consideran críticos en cuanto a abastecimiento. Es más, elementos presentes en un teléfono móvil o coche como el estaño (casiterita), el tantalio (incluye el coltán), el wolframio (tungsteno) y el oro son considerados “minerales de zonas de conflicto”. Son llamados así porque se extraen de zonas políticamente inestables, como la República Democrática del Congo, donde su comercio puede utilizarse para financiar grupos armados, trabajos forzados y otras vulneraciones de los derechos humanos, y también para contribuir a la corrupción y al blanqueo de dinero.
Minerales de zonas de conflicto
Pero también están hechos de otros minerales contaminantes como el plomo o litio. El litio es uno de los más utilizados porque es indispensable para fabricar las baterías actuales, no solo para el mercado de la electrónica de consumo, sino también en la automoción. Todo apunta a que será la base de la energía del futuro en un mundo en que se proyecta una electrificación total del transporte, y en que la demanda por dispositivos electrónicos crece de manera exponencial. De igual manera la demanda de cobalto podría triplicarse en menos de diez años. El indio, procedente en su gran mayoría de China, es utilizado en pantallas planas y se espera que su demanda mundial aumente más de ocho veces de aquí a 2030 y la de galio, 22 veces. A problemas similares de disponibilidad se enfrentan otros minerales incluyendo las tierras raras cuyo mercado está controlado casi al 100% también por China.

Lineal vs. circular

A nuestro ritmo actual de consumo, estamos gastando los recursos 1,5 veces más rápido que lo que la naturaleza tarda en renovarlos. En este contexto surgen iniciativas que buscan alejarse de una economía lineal basada en un modelo de fabricación-uso-disposición, y orientarse hacia una economía circular basada en un modelo de reducción-reutilización-reciclaje, centrándose en minimizar el desperdicio y reciclar o reutilizar todos los productos finales. La economía circular mantiene los recursos en uso tanto tiempo como sea posible, extrae el máximo valor de ellos, y recupera y regenera productos y materiales al final de su ciclo de vida. Los productos deben estar diseñados para durar, deben fabricarse con componentes reciclados, y deben ser fáciles de mantener y reutilizar en toda su cadena de valor.

Para los fabricantes existen beneficios significativos con este enfoque más allá de salvar el planeta. La volatilidad de los recursos conduce a un flujo de materias primas impredecible, costes fluctuantes y cambios en la regulación. La reducción de la dependencia de estas materias primas les ayudaría a controlar costes y operaciones.

El caso de los aparatos eléctricos y electrónicos es recurrente en lo que a economía circular se refiere, por el uso intensivo de recursos problemáticos que requieren (como por ejemplo, el coltán) y los ciclos de vida tan cortos que tienen. Los sistemas de alquiler/arrendamiento y reparación/reventa tendrían todo el sentido en muchos de estos aparatos.

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Fuente: https://www.reportlinker.com/p04517371/The-Global-Circular-Economy-The-Impact-of-Reduce-Re-use-Recycle-on-Consumer-Markets.html

¿Cómo se valoran los residuos?

La regla básica y común para todos los residuos es que cuanto más fácilmente se puedan recuperar, más valor tienen.

  • METALES: El precio varía según el nivel de pureza y la Bolsa de Metales de Londres (London Metal Exchange).
  • BATERÍA DE PLOMO ÁCIDO: Valorizable parcialmente según el plomo que contenga.
  • RAEE (incluye tubos fluorescentes, bombillas de bajo consumo y LED): Para recibir las compensaciones de los Sistemas Colectivos de Responsabilidad Ampliada (SCRAP) hay que adherirse al convenio marco y tratar con OfiRaee.
  • PILAS: Para recibir las compensaciones de los SCRAP hay que adherirse al convenio marco y tratar con Ofipilas. El precio superior se aplica cuando el ente local hace la recogida y el inferior cuando la recogida la hacen los SCRAP.
  • NEUMÁTICOS: Si el gestor está registrado en los SCRAP, la recogida es gratuita para los neumáticos de reposición de particulares.
  • MADERA: La madera natural es más fácil de recuperar y se recomienda separarla de la madera tratada.
  • ACEITE MINERAL (coches): Los fabricantes y otros productores que pongan en el mercado aceites minerales se tienen que hacer cargo de su gestión a través de los SCRAP SIGAUS o SIGPI. El precio de valorización depende del grado de pureza o de si está mezclado con agua u otros contaminantes.
  • ACEITE VEGETAL USADO: Precio en función de la cantidad y el gestor.
  • PLÁSTICO (PEAD, PEBD y PET): Para aumentar su precio y favorecer su reciclaje se recomienda clasificar y prensar las diferentes fracciones de los polímeros.
  • VIDRIO DE ENVASES: No mezclarlo con vidrio plano. El precio varía en función de si se trata de vidrio de color o transparente.
  • CARTÓN: Según la calidad del cartón y la tipología del gestor.
  • PAPEL: Precios según la calidad del papel blanco (de primera, continuo, blanco, monitor, archivo, etc.).
  • TÓNERES: Se tienen que separar los cartuchos de tóner de los de inyección de tinta. Se recomienda almacenarlos con su embalaje para evitar roturas. Precios variables en función de la marca y el modelo, originales o compatibles.
Fuente: https://www.diba.cat/documents/471041/370027694/Mercat+de+materials.+Butllet%C3%AD+de+preus+per+a+Deixalleries.+1er+trimestre+2022

Consejos de la ONU para ser más sostenibles

  1. Tomar duchas cortas en vez de baños.
  2. Comer menos carne, aves y pescado. La carne emplea más recursos para llegar al plato que los vegetales.
  3. Congelar los alimentos si no hay posibilidad de comerlos antes de que se estropeen.
  4. Compostar los residuos orgánicos.
  5. Reciclar los residuos reciclables: papel, vidrio, envases ligeros, aceite y otros residuos especiales y contaminantes.
  6. Comprar en las tiendas del vecindario. Cuanto más próximo es el producto, más sostenible.
  7. Comprar los productos sin envases o mínimamente empaquetados.
  8. Planificar comidas y compras. Hacer listas de la compra y evitar comprar más alimentos de los que se necesita, especialmente si son perecederos.
  9. Llevar bolsas de la compra de casa.
  10. Comprar en tiendas de segunda mano y donar lo que no se usa para que pueda reutilizarse.
  11. Sellar las fugas de aire en ventanas y puertas para aumentar la eficiencia energética.
  12. Reemplazar los electrodomésticos rotos y las bombillas fundidas por otros energéticamente más eficientes.
  13. Si se utiliza un lavavajillas, no enjuagar la vajilla antes.
  14. Evitar precalentar el horno. A menos que necesite una temperatura de cocción precisa, comience a calentar la comida justo cuando encienda el horno.
  15. Usar cerillas. No requieren petróleo, a diferencia de los encendedores de plástico.
  16. Tener el coche en condiciones. Un automóvil bien ajustado emitirá menos gases contaminantes.
  17. Instalar paneles solares en casa, si hay posibilidad.

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Bolsas de la compra. ¿Cuál es más ecológica?

En términos del calentamiento global que producen y de lo que agotan los recursos naturales no renovables (potencial de agotamiento abiótico, ADP), se descubrió lo siguiente con respecto a las bolsas de la compra:

  • El impacto medioambiental de cualquier tipo de bolsa está determinado por su uso y sus etapas de producción. Su transporte, su envasado y la gestión al final de su vida útil tienen una influencia mínima.
  • El reciclaje o el compostaje generalmente producen solo una pequeña reducción del potencial de calentamiento global y de agotamiento abiótico.
  • Independientemente del tipo de bolsa que se use, la clave para reducir su impacto es reutilizarla tantas veces como sea posible.
  • Cuando la reutilización para compras no sea posible, cualquier otro tipo de uso resulta más beneficioso (por ejemplo como bolsa de basura) que reciclarlas.
  • Las bolsas de mezcla de almidón y poliéster son peores que las bolsas de plástico convencionales, debido tanto al aumento del peso de la bolsa como al mayor impacto en la producción del material.
  • Las bolsas de papel, de polietileno de baja densidad (PEBD), de polipropileno (PP) sin tejer y las de algodón deben ser reutilizadas al menos 3, 4, 11 y 131 veces respectivamente para asegurar que su potencial de calentamiento global sea menor que las bolsas convencionales de polietileno de alta densidad (PEAD) sin reutilizar.

La parte que no se analizó en el estudio es lo altamente perjudicial que es para el medio ambiente el plástico abandonado, ya sea en tierra o en mar. Porque a diferencia del papel o el algodón, el plástico tardaría siglos en descomponerse. Por tanto, las mencionadas ventajas de las bolsas de plástico solo son efectivas si nos responsabilizamos de ellas y evitamos que puedan llegar a contaminar. Teniendo en cuenta este último punto este sería el ranking de bolsas más ecológicas:

*Fuente: https://www.gov.uk/government/publications/life-cycle-assessment-of-supermarket-carrierbags-a-review-of-the-bags-available-in-2006

Reacondicionar los teléfonos inteligentes es la mejor opción

Los teléfonos inteligentes suponen aproximadamente el 10% de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) mundiales. Las ventas han crecido tanto que los materiales necesarios para producirlos (incluidos metales preciosos) cada vez son más escasos.

El reciclaje es la mejor opción cuando los teléfonos inteligentes efectivamente llegan al final de su vida útil. Pero mantenerlos en uso durante más tiempo reduce la extracción de recursos para fabricar nuevos dispositivos y reduce la gestión de residuos.

Incentivar la reparación supondría la entrada en el mercado de cada vez más proveedores de servicios, lo que proporcionaría mayores niveles de competencia y haría bajar los precios, actualmente elevados en comparación con el producto nuevo.

Residuos smartphones
La Unión Europea ya ha introducido el “derecho a la reparación”, que también debería incluir las actualizaciones de software para que los fabricantes no puedan negarse a actualizar tras un periodo de tiempo predeterminado. Así se podrían mantener en uso teléfonos que de otro modo quedarían inservibles.

Por otra parte, mientras que los teléfonos se han vendido a menudo a través de contratos de 18-24 meses, éstos podrían convertirse simplemente en arrendamientos, donde el teléfono se devuelve al final del período contractual. Esto permitiría a los fabricantes recuperar toda la materia prima de sus productos y renovarlos para una segunda, tercera o cuarta vida. El uso de sistemas de depósito para incentivar la devolución de los teléfonos iría en la misma línea de recuperar el mayor número de dispositivos.

Fuente: https://www.weforum.org/agenda/2021/07/repair-not-recycle-tackle-ewaste-circular-economy-smartphones/

El problema de los RAEE en India

India es actualmente el tercer productor mundial de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), después de Estados Unidos y China. Sin embargo, su capacidad de reciclaje es insuficiente para hacer frente al incesante aumento de estos residuos.

Depende de Chile, China, el Congo y otros países para obtener metales que son fundamentales en varios sectores. Por lo tanto, requiere de un ecosistema sólido para recuperar estos metales de los residuos y reducir así sus importaciones.

India E-Waste

En la actualidad, los RAEE se notifican y se subastan para venderlos a recicladores o manipuladores. Una gran parte de la economía de los residuos electrónicos está impulsada por el sector informal, que no se beneficia de las tecnologías de vanguardia que proporcionan seguridad y una alta pureza de los materiales recuperados.

Teniendo en cuenta que es 100 veces más barato producir un gramo de oro a través de estas fuentes secundarias, hay que considerar los residuos electrónicos como una fuente de riqueza importante. Y para aprovecharla haría falta:

  1. Reforzar la cadena de suministro para aumentar la recogida de residuos electrónicos, mejorar los mecanismos de separación e incrementar la participación de todos los implicados.
  2. Reducir la exportación de residuos electrónicos y productos intermedios como la pólvora negra.
  3. Comprender qué metales extraer y en qué forma (puros, óxidos agregados o de otro tipo) ayudará a elegir las tecnologías adecuadas para el reciclaje.
  4. Tecnologías rentables y específicas que cumplan los requisitos de los usuarios finales de estos metales.
Fuente: https://www.thehindubusinessline.com/opinion/e-waste-policy-needs-a-hard-reset/article35306504.ece