El complicado proceso de reciclaje de RAEE (1ª parte)

Hay muchos tipos diferentes de plásticos en una cafetera y eso dificulta bastante su reciclaje. Los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) deben reducirse a sustancias esenciales, como si de una actividad minera se tratara. Requieren de un tratamiento especializado que muchas veces se divide entre varias instalaciones o plantas. Es el caso por ejemplo de televisores, plásticos HDPE (polietileno de alta densidad), metales o bombillas.

Las instalaciones de reciclaje deben adaptarse todo el tiempo. Por ejemplo, para los tubos fluorescentes, se cortan los extremos, se aspira el interior y se recicla su polvo de mercurio para hacer nuevas bombillas. Pero en poco tiempo, las bombillas LED comenzarán a introducirse en los centros de reciclaje (su vida útil es de aproximadamente 10 años y ya son populares desde hace siete). Será necesario diseñar un proceso completamente nuevo para tratar con ellas. Cada cierto tiempo, las plantas de tratamiento llegan a un punto de inflexión en el que toda su maquinaria y tecnología tiene que ser reemplazada.

Veolia robot

Uno de los grandes impedimentos a la hora de llevar a cabo el proceso del reciclaje es no saber cómo está ensamblado el producto. Todo el proceso sería mucho más eficiente si los fabricantes incluyeran información útil en sus dispositivos. Podría ser un archivo con instrucciones legibles por robots para proceder al desmantelamiento de la forma más fácil, barata y efectiva. Sin embargo, los fabricantes son, en su mayoría, reticentes a compartir el diseño de sus productos.

Fuente: https://rethink.ft.com/articles/growing-problem-ewaste/

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