La práctica de recoger o comprar residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) y manipularlos junto con la chatarra metálica es, lamentablemente, muy común en todo el mundo. No es lo deseable porque esta práctica da lugar a problemas ambientales, de salud y de seguridad, ya que los RAEE pueden incluir sustancias peligrosas que deben extraerse y tratarse adecuadamente.
Además, el cumplimiento del objetivo mínimo de recogida de RAEE ha demostrado ser extremadamente difícil para la mayoría de los estados de la Unión Europea debido a la existencia de estos flujos de RAEE no oficiales.
¿Por qué sucede esto?
Principalmente porque los sistemas colectivos de responsabilidad ampliada de los productores (SCRAP) carecen de las competencias y la autoridad para acceder a los datos de las instalaciones. Por lo tanto, no hay casi información fiable sobre las toneladas de RAEE afectadas por estas prácticas. Ni siquiera hay una metodología apropiada y armonizada para reunir datos sobre la cantidad de RAEE que desaparece en el flujo de chatarra metálica.
¿Cómo solucionar esto?
➢ Prohibiendo la práctica de comprar y tratar chatarra metálica que contenga RAEE, a no ser que sean tratados y procesados en instalaciones autorizadas.
➢ Inspeccionando y sancionando a las instalaciones que tratan RAEE y solo están autorizadas para tratar chatarra metálica.
➢ Estableciendo procedimientos fiables de recogida de datos para estimar los RAEE contenidos en la chatarra.
➢ Asegurando que los RAEE que siguen estas rutas puedan ser vigilados adecuadamente obligando al sector de la chatarra que informe sobre sus procesos y volúmenes.
Fuente: https://weee-forum.org/wp-content/uploads/2020/10/WEEE-in-Metal-Scrap_Issue-paper_Draft_v7_Final.pdf