¿Cómo acaban en África los residuos electrónicos europeos?

En Agbogbloshie, un suburbio de Accra, la capital de Ghana, decenas de miles de personas desmantelan y queman basura electrónica para ganar 2 o 3 dólares al día. Ghana importa más de 40.000 toneladas de residuos electrónicos cada año y Agbogbloshie es el mayor centro de reciclaje informal del mundo.

Este lugar se encuentra entre los 10 más contaminados del mundo. Varios estudios han evidenciado cómo las personas que se dedican a estas actividades quedan expuestas a sustancias peligrosas y letales. Incluso un reciente informe reveló que los productos químicos peligrosos de esos residuos ya están afectando a toda la cadena alimentaria en Ghana.

Agbogbloshie

Dado que la exportación de residuos electrónicos es ilegal según el Convenio de Basilea, los que se generan en la Unión Europea se camuflan bajo la etiqueta de equipos usados o se introducen en África en vehículos exportados para su reutilización. Los productos enviados no provienen de incineradores o vertederos, sino que normalmente proceden de recogidas informales frente a puntos limpios o plantas de tratamiento, de las calles, a través de Internet o de chatarreros no autorizados.

La razón por la cual las exportaciones ilegales no son retenidas en los puertos europeos es porque apenas pueden controlar e inspeccionar las cantidades ingentes de contenedores que se mueven cada día. Además, no quieren ralentizar sus procesos con esos controles.

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