RAEE: Una mina de oro

Los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) suponen un recurso más rico que cualquier depósito natural. Una tonelada de estos residuos puede contener 17 veces más oro que una tonelada extraída de una mina de oro. Además, el reciclaje puede ser de dos a diez veces más eficiente energéticamente que fundir lo que se extrae de las minas: el oro reciclado produce un 80% menos de emisiones de CO₂ que el que es extraído. Y encima de todo, su reciclaje evita que se acumulen en vertederos, donde representan el 70% de lo que se deposita.

La demanda de metales reciclados va en aumento porque reduce la huella ambiental de un producto. Asimismo, si son reciclados están libres de problemas de abastecimiento como los que afectan a los minerales en conflicto. Y si se añade la volatilidad de los precios de las materias primas, el reciclaje se convierte en una fuente de suministro más estable.

La industria de los vehículos eléctricos, consciente de la necesidad de reciclar sus valiosas baterías, está invirtiendo en su reciclaje a gran escala. Ahora mismo es la punta de lanza de otras industrias. Hay que tener en cuenta que, por el momento, la recogida, desmontaje y recuperación suponen una carga económica para los recicladores. Lo más habitual es que los materiales contenidos en los RAEE no puedan extraerse fácilmente y de forma barata. Sin embargo, con un precio del carbón en ascenso y un esperado aumento del rendimiento gracias a la ayuda de tecnologías mejoradas, la balanza se inclinará progresivamente a favor del reciclaje.

Fuente: https://www.lombardodier.com/goldmine

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