¿Cómo se gestionan los RAEE?

El primer paso en la adecuada gestión de los aparatos eléctricos y electrónicos desechados es depositarlos en los lugares previstos para ello. Bajo la premisa de que quien contamina paga, los que producen el futuro residuo (organizados en sistemas de responsabilidad ampliada del productor) son los que financian (a través de una ecotasa que paga el consumidor) todo el proceso de reciclaje, siempre y cuando esté debidamente documentado.

Infografía-Reciclaje-de-RAEE
(Pinchar en la imagen para ampliarla)

Una vez que los RAEE son trasladados a un gestor autorizado son clasificados, almacenados, desmantelados y descontaminados. Luego se separa lo aprovechable (plástico, vidrio, metales, etc.) de lo que no lo es, triturando y reduciendo cada material de manera diferenciada. Lo que se recupera, que puede llegar a suponer 90% del aparato en el caso de los teléfonos móviles, sirve de base para nuevos productos. El ahorro de materias primas provenientes de la naturaleza que se consigue al reciclar es el fundamento de la llamada economía circular.

Dos son los tipos más frecuentes de gestores de RAEE:

  1. Los dedicados exclusivamente al almacenaje de estos residuos, llamados Centros de Almacenamiento Temporal, donde solo se pueden identificar y clasificar.
  2. Los que asumen el tratamiento (reciclaje) de los residuos, incluyendo la operación o conjunto de operaciones que tiene por objetivo modificar las características físicas o químicas de un residuo para reducir o neutralizar las sustancias peligrosas que contiene, recuperar materias o sustancias valorizables, facilitar el uso como fuente de energía o adecuar el rechazo para su posterior tratamiento final.

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