Por primera vez, a un grupo de investigadores se le ha ocurrido calcular aproximadamente cuál sería la masa de la antroposfera (también llamada tecnosfera o noosfera) de la Tierra, es decir, todas las cosas fabricadas por el ser humano (edificios, carreteras, puentes… incluyendo todos los pequeños artículos como materiales tecnológicos, ropa o libros). El resultado que han estimado es de 30.000.000.000.000 toneladas o 30 teratones (Tt) de los 5.972 millones Tt que tiene de masa todo el planeta (por lo que viene a ser el 0% de su peso total).
La tecnosfera incluye componentes activos urbanos, agrícolas y marinos utilizados para sostener el flujo de energía y de materiales necesarios para la vida humana; y una capa de residuo en crecimiento, a la que llamaríamos «arqueosfera» aunque no necesariamente estuviese bajo tierra. La arqueosfera se asimilaría a la parte superior de la geoesfera donde yacen un conjunto distintivo de depósitos, separado de las capas no antropogénicas inferiores. Del fondo oceánico también incluiría escombros y otros desechos de la actividad minera o portuaria, basura evacuada por los barcos, residuos plásticos o restos de aguas residuales no tratadas que acaban en el mar.
El marcado crecimiento de la capa de residuos de la antroposfera refleja un reciclaje relativamente ineficaz en comparación con el reciclaje casi perfecto mostrado por la biosfera no humana. Y este reciclaje ineficiente es una amenaza considerable para el desarrollo de la vida. Precisamente en la película de animación Wall-E (2008) se vislumbraba un futuro en el que la arqueosfera había asimilado a la tecnosfera, de la misma forma que la tecnosfera canibaliza la biosfera.
Fuente: http://journals.sagepub.com/doi/pdf/10.1177/2053019616677743