Los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) representan un desafío mundial porque:
- la producción de estos dispositivos está sujeta a una red de cadenas de suministro mundiales
- la generación de estos residuos crece en todo el mundo
- su prevención y adecuado tratamiento requiere la participación de un conjunto diverso de actores, que a menudo abarcan fronteras nacionales y continentes
Es necesario abordar la responsabilidad de las empresas que fabrican estos aparatos. Al observar todo su ciclo de vida, desde el diseño y la producción hasta la eliminación final, es evidente que la mayoría de las iniciativas destinadas a abordar los RAEE se centran en el tratamiento al final de su vida útil (reciclaje y eliminación). De modo que se presta menos atención a la adquisición de materias primas, diseño y producción, o a la reparación, reutilización y reacondicionamiento de AEE. Esto podría deberse a la compleja estructura de los implicados e intereses comerciales que rodean a los RAEE, y a no asumir la totalidad del ciclo de vida por parte de ciertos sectores interesados.
Se debe hacer hincapié en aspectos como la vida útil del producto y el uso por parte de los consumidores, e involucrar a gobiernos y fabricantes de AEE en la regulación de la responsabilidad ampliada del productor (RAP). La RAP debe estar respaldada por la legislación y contar con medidas punitivas, mientras se logran modelos comerciales económicamente atractivos. Esto es importante porque la esperanza de vida y la «modernidad» de estos productos se acortan a marchas forzadas. Los fabricantes de AEE deberían ampliar el ciclo de vida de los productos que venden, además de extender su responsabilidad empresarial más allá de su último uso.
Fuente: http://www.zoinet.org/web/sites/default/files/publications/E-Waste-EMG-WEB.pdf