1) Poner un precio al carbono. Cada servicio o producto debe incluir su huella de carbono (producción y transporte) y dicha huella debe formar parte del precio.
2) Apoyar a las energías renovables.
3) Impulsar urgentemente una movilidad no contaminante basada en el transporte público eléctrico, los trayectos en bicicleta y uso compartido de vehículos.
4) Proteger e impulsar nuestra biodiversidad. Cuidar y potenciar los bosques autóctonos, actuando proactivamente para evitar los incendios.
5) Agricultura sostenible y soberanía alimentaria: reducción del uso de fertilizantes, plaguicidas y consumo de agua.
6) Inversión en recogida, abastecimiento, depuración y gestión racional del agua.
7) La economía circular se debe extender impulsando, en este orden, la durabilidad, la reparabilidad y la reciclabilidad de los productos. Potenciando los mercados de segunda mano. Reduciendo la cantidad de residuos hasta niveles mínimos, haciendo que cada sector asuma como materias primas sus residuos reciclados. Las basuras de las ciudades han de separarse al 100% y la fracción orgánica debe convertirse en compost para abono de los campos. Los vertederos y las incineradoras deben tender a desaparecer y los que queden han de gestionarse de forma óptima (canon de entrada más alto, criterios de acceso más estrictos y captura de metano imprescindible).
8) Ciudades más sostenibles aplicando soluciones basadas en la naturaleza (renaturalización de espacios públicos, tejados verdes, huertos urbanos, etc.).
9) Modelo de turismo circular que mejore el entorno allí a dónde va y que no sea una fuente de consumo de recursos locales y contaminación.
10) La industria debe introducir el cambio climático de modo transversal en toda su gestión y producción.
Fuente: https://ethic.es/2020/04/ahora-o-nunca-un-futuro-verde-para-espana/