Si lleva batería es poco ecológico

La electrificación ha supuesto un gran avance para la humanidad pero también un problema medioambiental. No solo por las emisiones contaminantes que supone generar esa energía sino por los aparatos que la necesitan:

  • cada vez son más, lo que implica que se generen más residuos, y
  • son más complejos, lo que dificulta su reciclaje

Pero la cúspide de ese problema medioambiental, que ya hemos alcanzado, es eliminar los cables de esos aparatos, es decir, que ni siquiera tengan que estar enchufados todo el rato para funcionar. ¿Cómo se consigue esto? Con baterías internas fabricadas con sustancias tóxicas. Y ahí no acaba la pesadilla medioambiental que supone un aparato inalámbrico, porque resulta que todo lo que lleva batería tiende a tener una vida útil mucho más corta. Por ejemplo, ¿cómo de sostenible es un reloj de muñeca mecánico en comparación con un reloj inteligente?

  1. El primero no está fabricado con ningún elemento tóxico mientras que el segundo sí por la batería que lo hace funcionar
  2. El primero puede durar toda la vida pero el segundo durará lo que aguante su batería, es decir, cuando ya no aguante más de 6 horas encendido ese reloj será inservible y se convertirá en un residuo difícil de gestionar

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Y este resultado es el mismo si se comparan unos auriculares con cable a unos inalámbricos, aspiradores, patinetes… Todos estos dispositivos tan cómodos que no llevan cable habrá que desecharlos más temprano porque su batería interna se ha degradado y los hace inútiles. Ser un consumidor responsable y preocupado por el medio ambiente consiste en tener esto en consideración a la hora de comprar un producto u otro.

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