Obsolescencia prematura

La obsolescencia prematura sucede cuando los productos ya no se utilizan aunque todavía funcionen o podrían estar funcionando si se repararan. En contraposición, para minimizar el impacto ambiental de todo lo que se fabrica es necesario aumentar la vida útil del producto. Al estudiar cuatro grupos de aparatos eléctricos y electrónicos (teléfonos inteligentes, televisores, lavadoras y aspiradoras), se ha concluido que, de media, tienen una vida útil real 2,3 años más corta que la vida útil prevista por el fabricante o deseada por el consumidor.

Alargascencia

Los modelos de negocio circulares (producto como servicio, la reutilización y el reciclaje) deberían de extenderse y estar respaldados por leyes. Se trataría de:

  1. Fortalecer los requisitos de diseño ecológico para priorizar que el producto dure más.
  2. Mejorar el reciclaje potencial y la disposición final del producto.
  3. Ampliar la etiqueta energética de la Unión Europea para ayudar a los consumidores a tomar decisiones.
  4. Mayor desarrollo de la contratación pública verde o ecológica para crear una demanda adicional de productos ecológicos.
  5. Extender la responsabilidad del productor hasta el final de la vida como un incentivo clave hacia la «producción circular».
  6. Introducir de una etiqueta ecológica para pantallas electrónicas.
  7. Incorporar de un pasaporte electrónico del producto para proporcionar información sobre el origen, la composición y las posibilidades de reparación de un producto, así como su posible manejo al final de su vida útil.
Fuente: https://www.eea.europa.eu/themes/waste/resource-efficiency/benefits-of-longer-lasting-electronics

Te gusta este post. Compártelo >>

Suscríbete a nuestra Newsletter