El volumen de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) está creciendo mucho más rápido que cualquier otro tipo de residuos. Para frenar este crecimiento, la Unión Europea ha promulgado directivas destinadas a evitar la generación de RAEE y a promover su reutilización.
En Italia, como en España, la ciudadanía no tiene muy claro cómo tratar este tipo de residuos, a pesar de que existe una normativa precisa a nivel nacional. Italia traspuso las directivas europeas con el Decreto Legislativo nº151 de 2005 y posteriormente con el Decreto Legislativo nº49 de 2014. Su objetivo es mejorar, desde el punto de vista medioambiental, la intervención de quienes desempeñan un papel activo en el ciclo de vida de los productos eléctricos y electrónicos para dar un carácter circular a estos residuos y hacerlos más sostenibles. Por eso desde el 18 de junio de 2010, es posible devolver los RAEE al minorista de forma gratuita, es decir, por cada aparato comprado, se puede devolver otro del mismo tipo (1 contro 1).
El 1 de octubre de 2019 también se legisló en Italia para contrarrestar la obsolescencia programada. De este modo, las piezas de recambio estarán disponibles durante al menos 7 años después de que un electrodoméstico deje de fabricarse. Este problema era especialmente grave en el caso de los teléfonos móviles. Para ellos y otros pequeños aparatos, desde el 22 de julio de 2016 se ampliaba también una nueva opción para desecharlos adecuadamente y sin ninguna obligación de compra (1 contro 0). Los comercios con una superficie superior a 400 m2 están obligados desde entonces a contar con una zona de recogida de RAEE.
Fuente: https://www.lavorincasa.it/smaltimento-dei-raee/