El etiquetado circular

Desde hace 30 años, la etiqueta energética ha ayudado a los europeos a elegir los aparatos en función de su ahorro de energía. Sin embargo, a medida que Europa se desplaza hacia una economía circular, mirando más allá del modelo actual de extraer/comprar→hacer/usar→desechar, la etiqueta energética también debe evolucionar y reflejar este cambio. Hoy en día, los consumidores esperan que los productos que adquieran no solo sean eficientes desde el punto de vista energético, sino que también duren y se puedan reparar. Con escalas objetivas sobre la durabilidad del producto, la capacidad de reparación y el impacto ambiental, los consumidores podrán elegir mejor. Y esto, a su vez, estimulará la innovación y la competencia en sostenibilidad/circularidad.

circular-label

ECOS, una ONG que fomenta la vertiente medioambiental en el desarrollo de estándares y especificaciones técnicas, considera que es momento de que el etiquetado de los productos ayude a cumplir los objetivos de la economía circular. Por ello ha propuesto esta nueva etiqueta que sirve para destacar los productos eléctricos y electrónicos más sostenibles y guiar a los consumidores hacia ellos. Esto lo conseguiría informando explícitamente de:

  • La garantía ofrecida, la duración esperada del producto o sus partes y el tiempo durante el cual estarán disponibles las actualizaciones de software.
  • La disponibilidad de piezas de repuesto y de las instrucciones de reparación.
  • Parámetros ambientales clave como el consumo de agua del producto, gases de efecto invernadero, y decibelios que emite o si tiene componentes tóxicos.

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