Consumo sostenible

La gestión de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos se compone de una diversidad de enfoques, acciones, actores (productores, consumidores, recicladores y administraciones) y temas. La prevención, antes que el reciclaje o la reutilización, es la opción prioritaria para preservar el medioambiente. Desde el punto de vista de la producción, significa incluir la menor cantidad de elementos tóxicos en los equipos y facilitar su desensamblaje al final de su vida útil. Desde la perspectiva del consumidor, implica no solo deshacerse adecuadamente de los productos cuando ya no sirven, sino incluso evitar la compra de esos productos. En los aparatos eléctricos y electrónicos, los nuevos diseños van captando el interés de los consumidores y promueven un consumo continuo contra el que hay que rebelarse. El consumo responsable consiste, además, en elegir productos pensando en su impacto ambiental y social, teniendo en consideración hasta los procesos de producción, transporte y distribución. También optar por la reparación del producto una vez adquirido apunta a un consumo más responsable.

hardware

Ese consumo responsable favorece además la economía circular, cuyo principal objetivo es mantener el valor de los productos, materiales y recursos en la economía el mayor tiempo posible. En este modelo, el papel del consumidor es crucial: es quien decide cuándo un producto se transforma en residuo. Además, debe depositarlo en el lugar adecuado que permita su correcto tratamiento: para recuperar materiales y para proteger el medio ambiente y la salud de quienes lo tratan.

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