La semana pasada, Eurostat publicó las estadísticas sobre la gestión de residuos municipales en Europa correspondientes al periodo 1995-2013. La evolución ha sido positiva, con el descenso de residuos enviados a vertedero y el aumento de las otras formas posibles de gestión de residuos. El reciclaje era y es la mejor y la que más tiene que aumentar.
Sin embargo, los datos de España no son buenos ya que se estima que se envía al vertedero el 60% de los residuos urbanos, mientras que solo se recicla entre el 20%-27%. Suiza y Alemania son los únicos que no envían prácticamente nada a vertedero y reciclan entre el 34% y 47% respectivamente. Las incineradoras contaminan, pero son una mejor solución que el vertedero en las categorías de residuo peligroso y no peligroso. Los alemanes proponen abiertamente la incineración de residuos con recuperación energética como la mejor opción para las basuras domésticas. Ellos incluso tienen que importar residuos para sus sobredimensionadas plantas incineradoras porque de hecho recuperan gran parte de los materiales aprovechables.
En la única partida en la que España no sale mal parada es en la generación de residuos por persona, con 449 kilogramos, 32 menos que la media (481), y con un descenso importante en los años de crisis, de 578 a los citados 449. Desgraciadamente esta variable suele considerarse como un indicador de riqueza, cuanto más rico es un país más residuo genera. Así se explicaría que Dinamarca es el que más genera (747 kilogramos), seguida de Luxemburgo y Alemania. Mientras que Rumanía, Polonia y Estonia, todos ellos con poco más de 300 kilogramos, se situaban en la cola de la clasificación.