¿Podríamos alcanzar cero emisiones en 2050 y conseguir un sistema energético 100% renovable que permita abastecer a todo el mundo? Estas son las tres vertientes desde las que eliminar el CO₂:
· Eficiencia energética: reduciendo el consumo de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas natural) y el consumo energético superfluo. También resulta de gran ayuda la calificación energética (de electrodomésticos, edificios, vehículos).
· Sustitución energética: producir energía de fuentes renovables (viento, agua, sol, tierra) y utilizar combustibles con un contenido de carbono más bajo (hidrógeno).
· Absorción y captura del carbono:
- De forma natural (absorción): los científicos sugieren que entre 20 y 25 por ciento del dióxido de carbono que la gente está bombeando al aire está siendo absorbido por los árboles y otras plantas. De modo que aumentar su cantidad en forma de bosques, zonas verdes, etc. es una de las estrategias más eficaces.
- De forma artificial (captura): el secuestro de carbono procesa el combustible antes de quemarlo, mezclándolo con oxígeno o vapor, para obtener un gas de síntesis al cual se sustrae el CO₂ que, sometido a determinada presión, se licua y puede ser almacenado en depósitos subterráneos. Más controvertida que la anterior estrategia.
A nivel individual, estos pequeños gestos también suponen una gran contribución: