El fin de la obsolescencia programada

La Oficina Europea del Medio Ambiente estimó que, para compensar su huella ecológica, los teléfonos móviles tendrían que durar como mínimo 25 años, lejos de los tres años de media actuales. Asimismo, la Comisión Europea advierte de que se producen pérdidas de valor cuando productos total o parcialmente funcionales se desechan porque no son reparables, no puede sustituirse la batería, el software carece ya de soporte o no se recuperan los materiales incorporados en los dispositivos.

Por ejemplo, respecto al software, las actualizaciones periódicas (por motivos de seguridad u otros) contribuyen a que los aparatos con cierta antigüedad se vuelvan más lentos y llegue un momento en que dejen de funcionar. Respecto al hardware, antes los componentes electrónicos estaban a la vista pero ahora se integran en chips, porque es más barato de fabricar pero supone un problema a la hora reparar el dispositivo.

Repair

La normativa europea está avanzando hacia un diseño de los aparatos electrónicos que conlleve una manera de poder ser reparados y que el coste de la reparación no sea más caro que el de comprar uno nuevo. Además, quiere dotar a los dispositivos de un pasaporte digital que dé información sobre la vida útil estimada, las posibilidades de desmontaje y reparación, la gestión del producto al final de su vida útil…

El problema es que, por el momento, los fabricantes no están demasiado comprometidos, en parte porque los consumidores no le dan un gran valor a la reparabilidad en su decisión de compra.

Fuente: https://www.abc.es/economia/usar-tirar-obsolescencia-programada-productos-siempre-20221211200348-nt.html

Te gusta este post. Compártelo >>

Suscríbete a nuestra Newsletter