La Federación Española de la Recuperación y el Reciclaje (FER) ha iniciado en la Comunitat Valenciana un plan piloto para combatir la proliferación de «campas» de acopio de materiales metálicos. Junto con Madrid y Andalucía, estas son las tres comunidades que cuentan con más instalaciones de este tipo. Se trata de chatarrerías sin autorización que, además de incumplir cualquier normativa medioambiental, se nutren de materiales de dudosa procedencia, alimentando el robo y el mercado negro de metales como el cobre o el aluminio.
Los expertos de la FER han desarrollado durante
los tres últimos meses una batida por las tres provincias valencianas en las que han contabilizado cerca de 200 plantas ilegales que gestionan residuos reciclables; o bien cuentan únicamente con autorización «para transportar residuos inertes en una furgoneta y lo aprovechan para almacenar y procesar residuos peligrosos».
Fuente: Las Provincias