El problema del plástico

Como máximo exponente del usar y tirar, los residuos plásticos son un grave problema medioambiental:

  1. Son derivados del petróleo, es decir, de un recurso no renovable.
  2. Se generan en enormes cantidades que no son gestionadas adecuadamente.
  3. En ausencia de gestión, permanecen en el medio ambiente tanto tiempo que incluso se han introducido en nuestra cadena alimentaria.

¿Cuáles son las soluciones?

  1. La única solución es utilizar otros materiales que no sean plásticos como cartón, madera, bambú. Aunque más caras, sí existen opciones.
  2. Si hay que utilizarlo, mejor si está hecho de residuos, ya sean orgánicos o plásticos, para que su ciclo sea circular en vez de lineal (usar y tirar):

a) Los plásticos biodegradables/compostables serían también una buena alternativa, pero con el inconveniente de que estos plásticos no son mecánicamente reciclables y son apenas reutilizables por su fragilidad. Además, deben tener especificado el tiempo y en qué condiciones desaparecen*.
b) Los bioplásticos o los plásticos 100% reciclados resolverían solo el primer problema porque procederían de fuentes renovables (ya sean plantas o residuos plásticos), empleando eso sí, menos gases de efecto invernadero en su fabricación.

Biopolímeros

En los últimos años se han puesto en el mercado plásticos etiquetados como «oxodegradables». Son plásticos convencionales a los que se añaden unos aditivos que actúan como catalizadores para microfragmentar con ayuda de la luz, calor o rayos ultravioleta. No son una solución al problema de la contaminación ocasionada por abandono (littering), sino que más bien lo agravan.

* La biodegradación o reciclaje orgánico es un proceso químico en el que los materiales se metabolizan en dióxido de carbono (y según las condiciones, también metano), agua y biomasa con la ayuda de microorganismos.

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