Ecodiseño

El ecodiseño consiste en la incorporación de criterios ambientales en el proceso de diseño de un producto, de manera complementaria al resto de criterios considerados habitualmente como costes, ergonomía, especificaciones técnicas, usabilidad… Se calcula que hasta el 80% del impacto ambiental de los productos se determina en la fase de diseño.

El ecodiseño es incluso obligatorio, según la normativa europea, para algunas categorías de producto como son los aparatos eléctricos y electrónicos. Se pretende así mitigar la amenaza que suponen para el medio ambiente.
La incorporación de criterios ambientales ya desde la fase de diseño de cualquier producto, servicio o modelo de negocio permite alcanzar cotas mayores de mejora ambiental y de circularidad, a la vez que aporta un valor adicional para el consumidor. El 72% de los ciudadanos de la Unión Europea están dispuestos a pagar más por ecoproductos y ecoservicios.

Algunas estrategias de ecodiseño habituales a nivel de producto son:
• Desmaterialización o reducir la cantidad de material necesario para fabricar un producto
• Emplear materias primas renovables, reciclables o recicladas
• Eficiencia o máximo rendimiento con un mínimo consumo
• Modularidad o diseño por componentes intercambiables
• Reparabilidad, que incluye la facilidad de desmontaje
• Durabilidad

El ecodiseño es clave dentro de la economía circular, que busca no perder el valor del recurso/producto en la etapa postconsumo: manteniéndolo, reparándolo, reutilizándolo, remanufacturándolo o reciclándolo, para evitar que sea desechado.

Slowwalk
Ejemplo de ecodiseño de Slowwalk Footwear®

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