Se estima que la gestión de residuos (efectiva o inexistente) es responsable del 4% de emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI). Entre las medidas que pueden adoptarse para reducirlas estarían:
- Prevenir la producción de residuos mediante el ecodiseño, ampliación de la vida útil del producto, reutilización, etc.
- Aumentar la recuperación de recursos mediante el reciclaje y la separación de los residuos orgánicos en origen.
- Reducir el desperdicio de alimentos para limitar las emisiones indirectas de GEI.
- Reducir las emisiones difusas de metano de los vertederos y las plantas de purificación.
- Detener la incineración sin recuperación de energía.
Estos son los pasos para reducir los gases (CH4, CO2) producidos con la gestión de residuos. Puesto que el carbono es el elemento químico mayoritario en las emisiones causantes del efecto invernadero, los esfuerzos van a menudo exclusivamente referidos a él. En términos generales, la llamada transición hacia una economía baja en carbono significa:
- Ahorrar energía en todos los sectores
- Desarrollar el uso de fuentes de energía renovables
- Orientarse hacia la bioeconomía (uso eficiente de la madera y residuos agrícolas)
- Impulsar la economía circular (ecodiseño, reciclaje y reutilización)
Fuente: http://unfccc.int/files/mfc2013/application/pdf/fr_snbc_strategy.pdf