Durante el pasado mes de septiembre, la Organización Internacional de Normalización (ISO) ha publicado las nuevas versiones de las ISO 9001 e ISO 14001, que hacen referencia a una gestión empresarial de calidad y comprometida con el medio ambiente. Las organizaciones que aplican esta Norma deberán adaptarse a los nuevos requisitos en un máximo de tres años, hasta septiembre de 2018.
La ISO 9001 es la norma técnica más empleada en el mundo y ayuda a las organizaciones a ser más eficaces y competitivas, así como mejora la satisfacción del cliente. Las novedades que incorpora son:
- orientación a resultados, que demuestre que el sistema de gestión de la calidad es eficaz;
- mayor énfasis en el liderazgo de la dirección;
- incluye el concepto del riesgo no sólo limitado al efecto negativo de la incertidumbre, sino también para aprovechar los escenarios que pueden favorecer la consecución de resultados (oportunidades);
- mayor eficacia en la gestión de la cadena de proveedores; y un
- lenguaje más simple y claro, con una estructura común que facilitará la aplicación de la norma en las organizaciones.
La ISO 14001 también está muy extendida por todo el mundo siendo utilizada por todo tipo de empresas y entidades, públicas y privadas, de todos los sectores y tamaños. Es la norma internacionalmente aceptada para demostrar compromiso con el medio ambiente, y entre sus novedades están:
- mayor protección del medio ambiente, mediante la incorporación de prácticas para la prevención de la contaminación y el uso sostenible de los recursos;
- consideración de la variable ambiental como un elemento estratégico en la gestión empresarial;
- más compromiso de la alta dirección;
- enfoque al ciclo de vida completo y
- una comunicación más efectiva con una información transparente, veraz, fiable y comprensible.
Las normas técnicas son documentos al alcance de todos, que contienen el consenso del mercado sobre las buenas prácticas a la hora de abordar cuestiones clave para la competitividad de las organizaciones. Además, tienen un beneficio directo en la cuenta de resultados, pudiendo suponer hasta el 5% de los ingresos por ventas en las organizaciones que las aplican, según un estudio de ISO. Por otra parte, un certificado de Gestión Ambiental transmite compromiso con el medio ambiente de forma directa y creíble; se obtienen beneficios económicos por la optimización del consumo de energía y otros recursos y por la optimización de los procesos; y reduce riesgos legales.