Cuando se habla de prevención en materia de residuos surgen dos conceptos implicados: ecodiseño y ciclo de vida del producto. El ecodiseño consiste en la integración de las consideraciones ambientales durante la fase de diseño y desarrollo del producto, teniendo en cuenta todo su ciclo de vida y a la vez, sin comprometer ninguna de las restantes propiedades del producto: coste, seguridad, calidad, utilidad, etc. Por ciclo de vida de un producto se entiende el conjunto de etapas desde la extracción y procesamiento de sus materias primas, la producción, comercialización, transporte, utilización, hasta la gestión final de sus residuos.
Para evaluar el impacto que un diseño puede producir sobre el medio ambiente existen diferentes métodos y entre ellos el análisis del ciclo de vida (ACV) de un producto, considerado como el método más completo, ya que permite evaluar las cargas ambientales asociadas a un producto o proceso, identificando y cuantificando los recursos materiales y energéticos utilizados y las emisiones al medio ambiente, analizando los impactos producidos y, por último, evaluando posibles mejoras. El ACV es una herramienta esencial para conocer el impacto ambiental de un producto en su ciclo de vida, así como una orientación estratégica hacia qué actuaciones debe emprender la empresa con el fin de reducir el impacto ambiental, sin que por ello se trasladen impactos a otras etapas del ciclo de vida del producto.
Un Plan de Prevención de RAEE es un documento técnico en el que se recoge la política de prevención de RAEE de un productor de aparatos eléctricos y electrónicos. Es un requisito legal de obligado cumplimiento establecido en el RD 110/2015. Este plan debe contener:
• Medidas de prevención que se pondrán en marcha.
• Objetivos de prevención a medio plazo (tres años) y largo plazo.
• Cantidad, en aquellos casos en los que sea posible, de los residuos evitados.
• Propuesta de indicadores de seguimiento.