Los polímeros (plásticos) más usados en aparatos eléctricos y electrónicos son el poliestireno, ABS, polipropileno, policarbonato, poliamida y tereftalato de polibuteno. Actualmente solo se ha reducido la producción de plásticos para pantallas y lámparas. Los plásticos utilizados en el sector automovilístico y en aparatos eléctricos y electrónicos representan entre el 13 y el 16% de toda la demanda europea de plásticos.
De las 1,2 millones de toneladas de plástico recogidas de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) en 2017, el 75% se exportó y aproximadamente 300.000 toneladas se trataron adecuadamente en instalaciones especializadas de Europa. Sin embargo, su capacidad de reciclaje da para unos 3 millones de toneladas, de modo que permitir la libre circulación de RAEE en los Estados miembros aumentaría las toneladas tratadas.
La presencia de metales preciosos en muchos componentes electrónicos disminuye las operaciones de recuperación de los plásticos, y supone la incineración la mayoría de las veces, o la valorización energética en el mejor de los casos.
Convertir los residuos plásticos en un material de alta calidad es clave para luchar contra el cambio climático y la basura marina, ahorrar recursos naturales y evitar que los residuos acaben en vertederos o incinerados. Lograrlo depende de mejorar el sistema de recogida y la infraestructura de clasificación. Aunque lo más deseable sería que se tuviera en cuenta la reciclabilidad desde el diseño de producto, porque así se ayudaría a las instalaciones a tratar los RAEE de manera más eficiente, garantizando una mayor calidad y variedad de plásticos a tratar.
Fuente: https://www.plasticsrecyclers.eu/engineering-plastics-growing-recycling-market