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La economía del reciclaje de RAEE

La Asociación Europea de Recicladores de Electrónica (EERA) encargó a la Universidad de las Naciones Unidas un estudio sobre las deficiencias del modelo de negocio del reciclaje de RAEE (residuos de aparatos eléctricos y electrónicos). El análisis quería ofrecer una visión real de los costes operativos del adecuado reciclaje de RAEE, y del extendido “canibalismo” (apropiación de solo aquello que tiene valor económico) que existe en determinados productos, componentes y materiales.

Los sistemas colectivos de responsabilidad ampliada del productor financian el reciclaje de RAEE mediante licitaciones de servicios a empresas de transporte, almacenamiento y tratamiento de esos residuos (*). La economía o las operaciones de reciclaje dependen de dos elementos independientes:

  • Los costes operativos de cada empresa, que incluyen y dependen del grado de cumplimiento la normativa y los servicios prestados (cuanto más legal, más caro).
  • El valor del material obtenido tras el reciclaje, que está muy influenciado por el nivel de calidad/”canibalización” del material entrante.

unu-eera-brochure-online-v5Estas son las recomendaciones derivadas del estudio:
1. Supervisar los costes operativos entre los recicladores de la Unión Europea.
2. Considerar el establecimiento de unos costes mínimos no negociables con los sistemas colectivos de responsabilidad ampliada del productor (SCRAP).
3. Controlar el nivel de canibalismo en diferentes países/mercados y definir unos indicadores, basados en los valores promedio de mercado según las fracciones, para poder estimar las pérdidas económicas que ocasiona.
4. Incluir un “índice de canibalismo” en la negociación de contratos, ya que su impacto económico podría ser mayor que el beneficio.
5. Mejorar la manera de informar sobre los datos de recogida y tratamiento.

Fuente: https://doi.org/10.13140/RG.2.2.24945.53608

(*) Ampliar información en http://gestionderesiduosonline.com/como-se-valoran-los-residuos/

Garantizar el adecuado tratamiento del residuo

¿Cómo se puede asegurar la correcta descontaminación y tratamiento de los residuos, especialmente de los peligrosos?

Muchos residuos acaban en manos de agentes no autorizados y acaban emitiendo a la atmósfera gases contaminantes, o se arrojan a nuestros campos y ríos millones de kilos de residuos con sustancias tóxicas para el medio ambiente y, por extensión, para la salud de flora, fauna y seres humanos.

Por ello es necesario que el sector de la distribución contribuya a que disminuyan las cantidades de residuos que se desvían hacia circuitos ilegales. También es fundamental la concienciación de la ciudadanía, que tiene el deber de tirar cada residuo en su lugar correspondiente con el fin de facilitar su reciclaje y evitar que contamine.

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Es necesario que se persiga, se inspeccione y se sancione aquellas irregularidades que se contemplen en todos los lugares donde se descubran. Los Sistemas de Responsabilidad Ampliada del Productor (SRAP) deben garantizar un servicio universal y un sistema correcto de tratamiento de los residuos, pudiendo recogerlos en cualquier punto de la geografía española.

Por ejemplo, deberían extenderse los contenedores (de pilas, lámparas, medicamentos, pequeños aparatos eléctricos o electrónicos…) en puntos de venta para recoger de forma selectiva en tiendas, de forma que estas también se comprometan a facilitar la gestión del residuo que los consumidores quieran llevar allí. Todos estos residuos conllevan además la exigencia de la recogida separada, sin mezclar con el resto. La red de las tiendas de distribución (tiendas de electrodomésticos, supermercados, farmacias…) juega un papel fundamental por su proximidad al ciudadano. La recogida de residuos de esta forma permite garantizar la trazabilidad de los residuos, desde que se recogen hasta que se gestionan correctamente.

Kenia no quiere más aparatos de fuera si no son nuevos

El gobierno de Kenia prohibirá la importación de aparatos eléctricos o electrónicos de segunda mano en 2020. La medida estará incluida en el Reglamento de Responsabilidad Extendida del Productor, que entrará en vigor previsiblemente en marzo.

El problema de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) en Kenia se ha ido agravando con el tiempo, con la particularidad de que la mayoría proviene de países desarrollados aunque camuflados como productos usados que pueden tener una segunda vida en el país africano. Ese es el resquicio que aprovechan esos países para un traslado de residuos que está expresamente prohibido por el Convenio de Basilea. La mayoría de estos dispositivos son importados como donaciones a escuelas e instituciones.

Se prevé que una vez comience la prohibición, los kenianos de bajos ingresos serán los más afectados porque se verán obligados a comprar nuevos dispositivos a un coste mayor. También está previsto que quienes vendan equipos no biodegradables se adhieran al sistema de depósito, devolución y retorno (SDDR), de manera que al comprar un aparato se cobre una cantidad que será reembolsada al desecharlo en el lugar adecuado o comprar uno nuevo. Pretenden que las compañías implicadas establezcan centros de recogida separada de RAEE como parte de la solución al problema. Actualmente Kenia ni siquiera tiene datos precisos del RAEE que genera, pero sí han calculado que recogen unas 25 toneladas mensuales teniendo capacidad para recoger 100.

Fuente: https://innovation-village.com/kenya-to-ban-importation-of-second-hand-electronic-gadgets-in-2020/

¿A dónde van a parar los RAEE?

La organización Basel Action Network (Red de Acción de Basilea) ha publicado recientemente un informe sobre el flujo ilícito de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE). Para ello han rastreado 314 aparatos desechados en Europa insertando un chip GPS en su interior. De los diez países analizados, Alemania, Italia, Irlanda, Polonia, España y Reino Unido (el que más) son los que permitieron las exportaciones más dudosas de esos dispositivos a países en vías de desarrollo. Según el Convenio de Basilea, esto solo es legal si se hace como aparatos que funcionan y pueden ser reutilizados, cosa que parece poco probable en los casos detectados.

Holes_in_the_Circular_Economy_WEEE_Leakage_from_EuropeEn mayo de 2017, la organización desplegó 45 residuos de tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en las principales ciudades españolas: Madrid, Bilbao, Barcelona, ​​Valencia y Sevilla. Las impresoras, ordenadores y monitores LCD y CRT se entregaron en puntos limpios municipales, y algunos fueron depositados en la calle para observar los flujos informales de estos residuos. España tiene un sistema de reciclaje bien organizado, con contenedores específicos en Madrid, Bilbao y Barcelona, aunque en Valencia y Sevilla son más difíciles de encontrar. En la investigación se descubrió que una pantalla LCD, depositada en el Ecoparque de Picassent (Valencia), fue a parar a Lagos (Nigeria). Sin embargo, doce de los dispositivos rastreados acabaron en empresas de reciclaje y seis no se movieron de los puntos limpios en el año de investigación, lo que podría asimilarse a un 40% de tasa de reciclaje por los cauces adecuados.

Fuente: http://wiki.ban.org/images/f/f4/Holes_in_the_Circular_Economy-_WEEE_Leakage_from_Europe.pdf

¿Cuánto RAEE se gestiona correctamente?

En 2015 se gestionó el 38% de los Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE) puestos en el mercado de consumo español, y en Europa el porcentaje de 2013 incluso bajaba al 34%. De ahí que la Unión Europea haya aumentado los mínimos a gestionar correctamente por sus países miembros: a partir de 2016, el índice mínimo de recogida será del 45% de la media del peso total de los equipos introducidos en el mercado en los tres años precedentes. A partir de 2019, el índice de recogida mínimo que deberá alcanzarse anualmente será del 65%.

Según el presidente de OfiRAEE, la Oficina de Coordinación de los Sistemas Integrados de Gestión (SIG) de RAEE, en España un tercio de estos residuos está “bajo control y bien gestionado”, otro tercio es administrado por gestores autorizados “que no declaran adecuadamente” y el último tercio “se pierde en los flujos paralelos del mercado ilegal”.

 
Puntos limpios RAEE

Existen ciertas categorías para las que se ha alcanzado el objetivo futuro, pese a que en otras categorías la dificultad de alcanzarlo se da, principalmente, por la existencia de flujos paralelos independientes de los productores. Así por ejemplo, los aparatos de alumbrado son los que tienen el índice de recogida más alto. El aumento del mínimo a gestionar exigirá un esfuerzo de administraciones y administrados en la eficacia de los mecanismos de inspección y control para impedir prácticas agravadas por la crisis, como robos en contenedores o flujos ilegales.

Los SIG o SRAP (Sistemas de Responsabilidad Ampliada del Productor) funcionan como una plataforma de colaboración entre productores, distribuidores, gestores, administraciones y usuarios, y realizan la recogida selectiva, la valorización y el reciclaje de los residuos. Cerca de 2.000 empresas productoras (que ponen el producto en el mercado español) de aparatos eléctricos y electrónicos están adheridas a los SIG.

Contra el negocio ilegal de los residuos

La Federación Española de la Recuperación y el Reciclaje (FER) ha iniciado en la Comunitat Valenciana un plan piloto para combatir la proliferación de “campas” de acopio de materiales metálicos. Junto con Madrid y Andalucía, estas son las tres comunidades que cuentan con más instalaciones de este tipo. Se trata de chatarrerías sin autorización que, además de incumplir cualquier normativa medioambiental, se nutren de materiales de dudosa procedencia, alimentandoLogo FER el robo y el mercado negro de metales como el cobre o el aluminio.

Los expertos de la FER han desarrollado durante
los tres últimos meses una batida por las tres provincias valencianas en las que han contabilizado cerca de 200 plantas ilegales que gestionan residuos reciclables; o bien cuentan únicamente con autorización “para transportar residuos inertes en una furgoneta y lo aprovechan para almacenar y procesar residuos peligrosos”.

Fuente: Las Provincias