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Sanciones en España con relación a los residuos

Las sanciones por infringir la Ley 22/2011, de 28 de julio, de residuos y suelos contaminados, están tipificadas en el Artículo 47.

a) En el caso de infracciones muy graves:
  1. Multa desde 45.001 euros hasta 1.750.000 euros, excepto si se trata de residuos peligrosos, en cuyo caso la multa podrá ser desde 300.001 euros hasta 1.750.000 euros.
  2. Inhabilitación para el ejercicio de cualquiera de las actividades previstas en esta Ley por un período de tiempo no inferior a un año ni superior a diez.
  3. En los supuestos de infracciones tipificadas en las letras a), b), e), f), i) y k) del artículo 46.2, clausura temporal o definitiva, total o parcial, de las instalaciones o aparatos, por un plazo máximo de 5 años, salvaguardándose en estos casos los derechos de los trabajadores de acuerdo con lo previsto en la legislación laboral.
  4. En los supuestos de infracciones tipificadas en las letras a), b), e), f), g), i) y k) del artículo 46.2, revocación de la autorización o suspensión de la misma por un tiempo no inferior a un año ni superior a diez.
b) En el caso de infracciones graves:
  1. Multa desde 901 euros hasta 45.000 euros excepto si se trata de residuos peligrosos, en cuyo caso la multa será desde 9.001 euros hasta 300.000 euros.
  2. Inhabilitación para el ejercicio de cualquiera de las actividades previstas en esta Ley por un período de tiempo inferior a un año.
  3. En los supuestos de infracciones tipificadas en las letras a), b), e), g), i), j), k) y l) del artículo 46.3, revocación de la autorización o suspensión de la misma por un tiempo de hasta un año.
c) Las infracciones leves se sancionarán con una multa de hasta 900 euros. Si se trata de residuos peligrosos ésta será de hasta 9.000 euros.

En los supuestos de las infracciones reguladas en los apartados 46.2.l) y 46.3.m), el órgano que ejerza la potestad sancionadora podrá acordar también, como sanción accesoria, el decomiso de las mercancías, en cuyo caso determinará su destino final.

Reciclaje de lámparas y luminarias

Las lámparas (que comúnmente llamamos bombillas) y luminarias (coloquialmente lámparas, farolas…) también son aparatos eléctricos y electrónicos, y su adecuada gestión una vez se convierten en residuos comienza, como siempre, con su poseedor (arquitectos, empresas de servicios energéticos, diseñadores de iluminación, ingenieros, instaladores, usuario final particular), que debe tomar la iniciativa de depositarlos en el lugar adecuado (punto limpio, contenedores específicos en tiendas o gestor autorizado). Excepto las antiguas bombillas de filamentos (o incandescentes) y las halógenas, que no se consideran aparatos eléctricos y electrónicos, el resto están formadas por complejas mezclas de materiales o sustancias contaminantes (como mercurio), que hacen de su reciclaje una tarea costosa.

materiales-recuperados-bombillas

Destino de los materiales extraídos de lámparas y luminarias (Fuente: Ambilamp)

Una vez llegan a la planta, estos residuos se envían a una línea de clasificación para extraer, en primer lugar, los componentes peligrosos que siguen un tratamiento específico. Realizada la separación, se inicia el proceso de fragmentación, que divide las fracciones destinadas a la valorización energética, de aquellas otras que son tratadas para obtener nuevas materias primas para otros procesos industriales. Los materiales recuperados en esta fase son principalmente, metales férricos y no férricos, plástico y vidrio, que se reintroducen nuevamente en el mercado.

El proceso de reciclaje y reutilización supone siempre el ahorro de las materias primas y el consumo de energía necesario para transformarlas, lo que se traduce en una importante reducción de la emisión de CO2 a la atmósfera.

Etiquetado de aparatos eléctricos y electrónicos

En la Unión Europea, con objeto de facilitar la eliminación y recogida separada de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), los productores deben marcar con el símbolo inferior los AEE que introduzcan en el mercado. Además, también es habitual que los aparatos eléctricos y electrónicos lleven una etiqueta con las letras “RoHS”. Esta etiqueta no estandarizada señala que ese producto no lleva más cantidad de la permitida en seis sustancias tóxicas concretas (Restriction of Hazardous Substances):

  • Cadmio(Cd) – 100 mg/kg
  • Plomo (Pb) – 1000 mg/kg
  • Mercurio (Hg) - 1000 mg/kg
  • Cromo hexavalente (Cr (VI)) - 1000 mg/kg
  • Bifenil polibromado (PBB) – 1000 mg/kg
  • Difenil éter polibromado (PBDE) - 1000 mg/kg

Estas restricciones se aplican actualmente en la Unión Europea, Noruega, Turquía, Rusia, Kazajistán, Bielorrusia, India, China, Taiwán, Japón, Corea del Sur, y California.

Etiqueta RAEE

Etiqueta de la Unión Europea

En Japón, se exige a fabricantes e importadores exponer la información de los aparatos que contengan alguna de estas seis sustancias peligrosas. La etiqueta es verde si no se exceden las cantidades máximas de sustancias peligrosas, o si por el contrario, requiere gestionarse en la cadena de suministro para su adecuado reciclaje.

Japón RoHS

Etiqueta de Japón

En China, la ley también obliga a etiquetar los aparatos eléctricos y electrónicos. El punto verde solo debe ponerse cuando se cumple con los niveles máximos de sustancias peligrosas. En caso contrario hay que utilizar el naranja, donde los números indican los años de uso respetuoso con el medio ambiente desde la fabricación. Por ejemplo, en el caso de las baterías sería en torno a 5 años y en el caso de monitores o notebooks sería de 10 años.

China RoHS

Etiqueta de China

Control RoHS/RAEE para la importación de aparatos eléctricos y electrónicos

La expansión del comercio de aparatos eléctricos y electrónicos (AEE), así como la disminución de sus ciclos de innovación y sustitución, ha dado lugar a que sean una fuente continua y creciente de residuos. Esto ha promovido en el seno de la Unión Europea la adopción de la normativa necesaria para regular la gestión de los residuos de AEE, así como regular las sustancias peligrosas que contienen. El pasado 16 de enero del 2023 entró en vigor el Real Decreto 993/2022 por el que se adoptan medidas de control para la importación de estos productos procedentes de terceros países.

Las autoridades de vigilancia del mercado son las responsables de las actuaciones, adopción de medidas y coordinación con el fin de que los AEE cumplan las disposiciones que les sean aplicables y para que, en cualquier caso, estos aparatos no entrañen ningún riesgo para la seguridad de los usuarios, el medio ambiente u otros intereses públicos. Para ello, entre otras medidas, se establece que el control previo a la importación será efectuado por el Servicio de Inspección SOIVRE de las Direcciones Territoriales y Provinciales de Comercio dependientes orgánicamente del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.

A efectos de realizar el control, se han puesto en funcionamiento dos sistemas para la gestión telemática de solicitudes por parte de los operadores. A través de estos sistemas se gestionan dos tipos de control, control RoHS y control RAEE, con resultados independientes y solo se podrá llevar a cabo el despacho si se ha obtenido resultado de conformidad a los dos controles.

Más información: https://sede.agenciatributaria.gob.es/Sede/aduanas/novedades/2023/Solicitud_de_control_ROHS_RAEE_para_operadores_autorizados_a_la_inscripcion_en_los_registros_del_declarante.html

Los minerales de la discordia

Actualmente hacemos uso de prácticamente los 118 elementos de la tabla periódica, y hasta 60 de ellos pueden encontrarse en los aparatos electrónicos más sofisticados. El auge de las nuevas tecnologías ha multiplicado el consumo de muchos minerales, algunos de los cuales se consideran críticos en cuanto a abastecimiento. Es más, elementos presentes en un teléfono móvil o coche como el estaño (casiterita), el tantalio (incluye el coltán), el wolframio (tungsteno) y el oro son considerados “minerales de zonas de conflicto”. Son llamados así porque se extraen de zonas políticamente inestables, como la República Democrática del Congo, donde su comercio puede utilizarse para financiar grupos armados, trabajos forzados y otras vulneraciones de los derechos humanos, y también para contribuir a la corrupción y al blanqueo de dinero.
Minerales de zonas de conflicto
Pero también están hechos de otros minerales contaminantes como el plomo o litio. El litio es uno de los más utilizados porque es indispensable para fabricar las baterías actuales, no solo para el mercado de la electrónica de consumo, sino también en la automoción. Todo apunta a que será la base de la energía del futuro en un mundo en que se proyecta una electrificación total del transporte, y en que la demanda por dispositivos electrónicos crece de manera exponencial. De igual manera la demanda de cobalto podría triplicarse en menos de diez años. El indio, procedente en su gran mayoría de China, es utilizado en pantallas planas y se espera que su demanda mundial aumente más de ocho veces de aquí a 2030 y la de galio, 22 veces. A problemas similares de disponibilidad se enfrentan otros minerales incluyendo las tierras raras cuyo mercado está controlado casi al 100% también por China.

Diseñado para consumirse y reciclarse

El Instituto de Industrias del Reciclaje de Chatarras (Institute of Scrap Recycling Industries, ISRI) anima a los fabricantes a pensar en la disposición final de sus productos siguiendo estos principios:

  1. Hacer que los productos de consumo sean reciclables
    Los fabricantes deben asegurarse de que los productos de consumo puedan reciclarse de manera segura y económica, utilizando la tecnología y los métodos de reciclaje existentes cuando se desechen. Los recicladores no deberían tener que incurrir en costes innecesarios debido al uso de componentes peligrosos en los productos. A menos que existan razones justificadas para lo contrario, estos productos deben ser reciclables sin suponer un riesgo para la salud humana o el medio ambiente.
  2. ISRI logoReducir los riesgos ambientales de los productos de consumo
    Un producto nuevo y duradero debería ser también reciclable. Si presentara riesgos ambientales que encareciesen su reciclaje, no debería venderse sin cambios en su diseño o fabricación que eliminen esos riesgos.
  3. Control de problemas ambientales especiales
    Es posible que algunos productos no se puedan rediseñar para eliminar riesgos. Por ejemplo, para algunas aplicaciones específicas puede que no haya un sustituto factible para un componente peligroso. En estos casos, hay que establecer acuerdos de cooperación entre los fabricantes y los recicladores para garantizar el reciclado, y que los recicladores no carguen con toda la responsabilidad ambiental.
  4. Asistencia a fabricantes de productos de consumo
    Los fabricantes que tienen que modificar el diseño o la fabricación de sus productos deben recibir asistencia para esa adaptación. Las pequeñas empresas, en concreto, deberían recibir ayuda económica y técnica para garantizar el reciclado seguro de sus productos. No se les debe pedir a los fabricantes que carguen con todos los costes de este proceso, del mismo modo que no se debe exigir a los recicladores que continúen asumiendo todos los riesgos medioambientales del reciclaje por un diseño de producto inadecuado.
Fuente: http://www.isri.org/about-isri/awards/design-for-recycling

Categorías, fracciones, grupos de tratamiento y códigos LER-RAEE

El código LER está formado por seis números que identifican de forma única al residuo según la Lista Europea de Residuos. Para el código combinado LER-RAEE se añaden dos dígitos que indican la categoría del aparato del que procede el residuo y su tipo de tratamiento específico. Los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) se dividen en las siguientes fracciones de recogida (FR):

Categorías y subcategorías de aparatos eléctricos y electrónicos

FR

Grupos de tratamiento de RAEE

Origen

Principales códigos LER–RAEE

1. Aparatos de intercambio temperatura

1.1. Aparato eléctrico de intercambio de temperatura con CFC, HCFC, HFC, HC, NH3

1.2. Aparato eléctrico de aire acondicionado

1.3. Aparato eléctrico con aceite en circuitos o condensadores

1

11*. Aparatos con CFC, HCFC, HFC, HC, NH3

Doméstico

200123*-11*

Profesional

160211*-11*

12*. Aparatos Aire acondicionado

Doméstico

200123*-12*

Profesional

160211*-12*

13*. Aparatos con aceite en circuitos o condensadores

Doméstico

200135*-13*

Profesional

160213*-13*

2. Monitores y pantallas

2.1. Monitores y pantallas LED

2.2. Otros monitores y pantallas

2

21*. Monitores y pantallas CRT

Doméstico

200135*-21*

Profesional

160213*-21*

22*. Otros monitores y pantallas con componentes peligrosos

Doméstico

200135*-22*

Profesional

160213*-22*

23. Monitores y pantallas LED

Doméstico

200136-23

Profesional

160214-23

3. Lámparas

3.1.Lámparas de descarga (Hg) y lámparas fluorescentes

3.2. Lámparas LED

3

31*. Lámparas de descarga, no LED y fluorescentes.

Doméstico

200121*-31*

Profesional

200121*-31*

32. Lámparas LED

Doméstico

200136-32

Profesional

160214-32

4. Grandes aparatos (Con una dimensión exterior superior a 50 cm)

4

41*. Grandes aparatos con componentes peligrosos

Doméstico

200123*-41*

200135*-41*

Profesional

160210*-41*

160211*-41*

160212*-41*

160213*-41*

42. Grandes aparatos (Resto)

Doméstico

200136-42

Profesional

160214-42

5. Pequeños aparatos (Sin ninguna dimensión exterior superior a 50 cm)

5

51*. Pequeños aparatos con componentes peligrosos y pilas incorporadas

Doméstico

200135*-51*

Profesional

160212*-51*

160213*-51*

52. Pequeños aparatos (Resto)

Doméstico

200136-52

Profesional

160214-52

6. Aparatos de informática y telecomunicaciones pequeños (Sin ninguna dimensión exterior superior a 50 cm)

6

61*. Aparatos de informática y telecomunicaciones pequeños con componentes peligrosos

Doméstico

200135*-61

Profesional

160213*-61*

62. Aparatos de informática y telecomunicaciones pequeños sin componentes peligrosos

Doméstico

200136-62

Profesional

160214-62

7. Paneles solares grandes (Con una dimensión exterior superior a 50 cm)

7

71. Paneles fotovoltaicos (Ej.: Silicio)

Profesional

160214-71

72*. Paneles fotovoltaicos peligrosos (Ej.: Teluro de cadmio)

Profesional

160213*-72*

Los RAEE de las fracciones de recogida 1, 2, 4 y 7 serán adecuadamente identificados a través de etiquetas con lectura electrónica, o instrumentos similares, que garanticen su trazabilidad. En el caso de los RAEE pertenecientes a las fracciones de recogida 3, 5 y 6 la identificación de lectura electrónica se aplicará del mismo modo que en el caso anterior, o a través del etiquetado de contenedores o sistemas de agrupación utilizados en la recogida y transporte. En cualquier caso, el código LER-RAEE aparecerá en los documentos de traslados recogidos en el Real Decreto 553/2020, de 2 de junio, por el que se regula el traslado de residuos en el interior del territorio del Estado.

* El asterisco indica que es peligroso

Garantizar el adecuado tratamiento del residuo

¿Cómo se puede asegurar la correcta descontaminación y tratamiento de los residuos, especialmente de los peligrosos?

Muchos residuos acaban en manos de agentes no autorizados y acaban emitiendo a la atmósfera gases contaminantes, o se arrojan a nuestros campos y ríos millones de kilos de residuos con sustancias tóxicas para el medio ambiente y, por extensión, para la salud de flora, fauna y seres humanos.

Por ello es necesario que el sector de la distribución contribuya a que disminuyan las cantidades de residuos que se desvían hacia circuitos ilegales. También es fundamental la concienciación de la ciudadanía, que tiene el deber de tirar cada residuo en su lugar correspondiente con el fin de facilitar su reciclaje y evitar que contamine.

RAEEgestion

Es necesario que se persiga, se inspeccione y se sancione aquellas irregularidades que se contemplen en todos los lugares donde se descubran. Los Sistemas de Responsabilidad Ampliada del Productor (SRAP) deben garantizar un servicio universal y un sistema correcto de tratamiento de los residuos, pudiendo recogerlos en cualquier punto de la geografía española.

Por ejemplo, deberían extenderse los contenedores (de pilas, lámparas, medicamentos, pequeños aparatos eléctricos o electrónicos…) en puntos de venta para recoger de forma selectiva en tiendas, de forma que estas también se comprometan a facilitar la gestión del residuo que los consumidores quieran llevar allí. Todos estos residuos conllevan además la exigencia de la recogida separada, sin mezclar con el resto. La red de las tiendas de distribución (tiendas de electrodomésticos, supermercados, farmacias…) juega un papel fundamental por su proximidad al ciudadano. La recogida de residuos de esta forma permite garantizar la trazabilidad de los residuos, desde que se recogen hasta que se gestionan correctamente.

Cómo afectan los RAEE a la salud

Los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) contienen componentes valiosos que tienen valor económico si se reciclan. Sin embargo, también contienen sustancias potencialmente peligrosas que pueden liberarse directamente en el medio ambiente, y otras que pueden crearse durante los procesos de reciclaje, por ejemplo a través de la combustión. Esto es especialmente preocupante en el sector del reciclaje informal, donde no se utilizan procesos industriales modernos y donde la protección personal de los trabajadores puede ser inadecuada. Los procesos primitivos de reciclaje incluyen quemar cables de plástico para extraer cobre, el uso de ácido  para extraer oro de microprocesadores y el desmantelamiento manual de tubos de rayos catódicos para extraer pequeñas cantidades de materiales valiosos.

Salud

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Los niños suelen participar en estos procesos y pueden estar expuestos a grandes cantidades de sustancias tóxicas como plomo, cadmio, cromo, retardantes de llama bromados y dioxinas y bifenilos polibromados. Algunas de estas sustancias se han asociado con problemas en el desarrollo neurológico, incluso con niveles de exposición muy bajos. Tanto si están implicadas en la producción y el uso de residuos eléctricos y electrónicos, como si están relacionadas con su eliminación o exportación, las empresas están obligadas a evitar que los niños estén expuestos a las toxinas de sus productos y actividades. Porque la exposición directa e indirecta (incluida la ambiental) al reciclaje incorrecto de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos es una amenaza demostrada para la salud humana.

Fuente: Children and digital dumpsites: e-waste exposure and child health

Contaminación encubierta por la brecha digital

El Convenio de Basilea, sobre el control de los movimientos transfronterizos de los desechos peligrosos y su eliminación, prohibía desde su entrada en vigor en 1992 la exportación e importación de residuos contaminantes. La prohibición tenía efecto inmediato para los residuos destinados a ser eliminados y a partir de 1997 para los residuos destinados a ser reciclados. Es el acuerdo ambiental mundial más exhaustivo en materia de residuos, y actualmente ha sido ratificado por 183 países entre los que no están Estados Unidos, que simplemente lo ha firmado.

¿A qué países se exportan estos contaminantes?

Sin embargo, hay evidencias de tráfico ilegal de desechos electrónicos entre los países más desarrollados y menos desarrollados. Ghana, Nigeria, China, India y Pakistán son los grandes receptores de esta “mercancía de segunda mano”, enviada con la excusa de reducir la brecha digital entre Norte y Sur. Organizaciones y administraciones públicas envían toda clase de material informático para contribuir al desarrollo tecnológico de los países más desfavorecidos.

En la Unión Europea, cuyos países miembros han ratificado el convenio, la legislación especifica que los productos son reutilizables si son testados para asegurar su funcionamiento y van correctamente embalados y etiquetados. Aun así, se estima que entre el 25% y el 75% de la mencionada mercancía exportada (uno de cada tres contenedores según las inspecciones aduaneras) está destrozada y no puede ser reutilizada.

El Convenio de Basilea, aunque necesario, no se ha mostrado del todo eficaz a la hora de evitar el llamado “dumping” medioambiental.