Reutilizar (segunda mano) un producto desechado y evitar su gestión como residuo es lo más deseable desde un punto de vista medioambiental. Sin embargo entraña ciertas dificultades que pueden salvarse con medidas como:
- Establecer objetivos legales específicos para la preparación para la reutilización, como ya se ha hecho con los RAEE (del 2 al 4% de lo recogido)
- Incentivar el ecodiseño, la durabilidad y la reparabilidad de los productos: poder acceder a su interior, no utilizar pegamentos en vez de tornillos, disponibilidad de piezas de repuesto…
- Facilitar un flujo de entrada de residuos a los centros de preparación para la reutilización
- Conservar el potencial de reutilización del producto desechado (electrodoméstico, textil, mueble) empezando por su depósito y recogida separada
- Reducir el IVA de productos que han sido preparados para su reutilización
- Licitar servicios teniendo en cuenta la preparación para la reutilización (vaciado de inmuebles, derribos, suministros o reemplazos…)
- Crear estándares adecuados para los productos preparados para su reutilización, partiendo de que no sean peligrosos ni para el medio ambiente ni para la salud. Por ejemplo, los aparatos eléctricos y electrónicos de segunda mano estarían exentos de cumplir la restricción de ciertas sustancias peligrosas (RoHS)
Fuente: http://www.aeress.org/content/download/6687/51226/file/Propuestas%20de%20AERESS%20al%20paquete%20de%20Econom%C3%ADa%20Circular%20en%20base%20a%20las%20preguntas%20del%20MAPAMA%20realizada%20para%20las%20Jornadas%20del%2018%20de%20septiembre.pdf
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